A través de la expresión de ideas con su alfabeto móvil y la creación de espacios de encuentro, el movimiento que dirige, denominado «Dale Letra», acompaña el descontento popular y promueve la transformación política desde la reivindicación de la palabra
*Por Albany Díaz
En un contexto de censura y violencia, la recuperación de la palabra confiere propósito y uniformidad a la articulación social. Bajo este lema se resume el trabajo de Mariela Ramírez, una venezolana cuyas convicciones democráticas la introdujeron en el mundo de la defensa y promoción de los derechos humanos y acentuaron las bases de su actual ejercicio como activista ciudadana.
Tras años de protestas contra el gobierno venezolano, los asuntos públicos, los modelos de gobierno y la equidad social se convirtieron en los temas del día a día de esta arquitecta de profesión y carpintero de oficio.
Siguiendo su inquietud por la progresiva fragmentación social y la escalada de violencia durante las protestas de 2017 -que, de acuerdo con el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, dejó un saldo rojo de 157 muertes a causa de la represión perpetrada por los cuerpos de seguridad del Estado- Ramírez decidió unirse con unos amigos para fundar, ese mismo año, el grupo civil “Movimiento Ciudadano Dale Letra”, con el fin de “rescatar la palabra” y convertirla “en un hilo y amalgama de la vida colectiva”.
Según explica Ramírez, de la búsqueda constante de formas alternativas a la violencia, pero efectivas y significativas, surgió la idea de establecer un canal de comunicación compuesto por un alfabeto móvil de carteles individuales que requería la participación de múltiples personas que los sostuvieran, para la creación de frases reflexivas sobre las exigencias de los manifestantes.
La aparición de estos mensajes en distintas acciones de calle se ha extendido por todo el territorio nacional, como parte de las luchas gremiales y sindicales. Así, lo que comenzó como una idea de acompañamiento de las movilizaciones, se convirtió rápidamente en la alternativa ideal para darles significado y autenticidad, a través de la simbología de colaboración ciudadana requerida en la dinámica. “Alto al fuego”, “Ni un chamo más”, “Medicinas ya” y “Venezuela está en juego” son solo algunos de los mensajes emblemáticos de esta iniciativa.
Pero la vocación de Mariela Ramírez no termina allí. Además de coordinar Dale Letra, desde 2017 se ha desempeñado como directora del Diálogo Social y del Foro Cívico Nacional, dos espacios de encuentro, entendimiento y mutuo reconocimiento de roles, aspiraciones y posiciones entre los actores políticos y los distintos sectores sociales (organizaciones, estudiantes, movimientos sociales, gremios, sindicatos, iglesias, universidades, academias y empresas) que aspiran a construir una nueva democracia.
Diálogo para la transformación
Del estruendo de la conocida “Primavera venezolana”, ahora debilitada a causa del desgaste social de los más de 130 días de manifestación, quedaron los pilares y el ímpetu inicial de Movimiento Ciudadano Dale Letra, cuyos integrantes han persistido con su tarea de promover los derechos humanos y defender la democracia desde la protesta organizada y no violenta.
Entendiendo la solidaridad como“la actitud y sentimiento de unión con el otro, de acompañamiento, de unidad basada en metas o intereses comunes” y partiendo de los valores de diversidad, unión, autonomía, horizontalidad, cooperación y transparencia, Ramírez apuesta por un diálogo social “abierto y público, compartido y sujeto a crítica”, pues considera que “no hay soluciones mágicas”.
“El diálogo social que proponemos es un entorno comunicativo y deliberativo libre, donde los diversos actores sociales y políticos puedan reconocerse. Este formato nos ha permitido establecer vínculos a través de un proceso de escucha plural e inclusiva, de identificación de objetivos comunes, de acompañamiento solidario, de trabajo conjunto en la visibilización de la crisis y la defensa de nuestros derechos que cada día se hace más estable”, opina la fundadora de Dale Letra.
Para hacer posible un acuerdo democrático nacional y contrarrestar las intenciones de “debilitar las intenciones del gobierno y de otros factores radicales que intentan transformar el debate político en un enfrentamiento entre hermanos venezolanos”, la ONG dirigida por Ramírez trabaja junto a 48 instituciones sociales y 4 instancias de distinta índole, entre las que se encuentran el Foro Interreligioso Social de Venezuela, la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras), la Academia Nacional de Medicina y la Academia Nacional de la Historia.
Una tarea difícil
El contexto de violación de derechos humanos obstaculiza la labor de muchas organizaciones como Dale Letra.
De acuerdo con el Informe Mundial 2021 de la ONG Human Rights Watch, el Estado suma más de 15.500 detenciones arbitrarias y 348 presos políticos. Además, un documento publicado el pasado 2 de febrero por el Observatorio para la Protección de los Defensores de Derechos Humanos y la Vicaría de Derechos Humanos de la Arquidiócesis de Caracas, indica que la cifra de persecución hacia los activistas de DD.HH. ha aumentado 157% durante la pandemia por Covid-19.
Mariela Ramírez señala que la oposición a la implantación de un modelo político autoritario les ha valido, a ella y su equipo, la permanente estigmatización en medios de comunicación públicos, la criminalización de su trabajo y la persecución.
“Esto es una especie de espada de Damocles que pende sobre cada uno de nosotros, pero esto no nos amilana, por el contrario, nos exige un mayor compromiso para cambiar este estado de cosas”, apunta la coordinadora del Foro Cívico Nacional.
La activista explica que estas acciones no representan hechos aislados, sino que se corresponden con una política de Estado opresiva que busca amedrentar a la población y dejarles sin garantías para el ejercicio de nuestros derechos. Denuncia que el más reciente intento fue la creación de una providencia administrativa publicada en la Gaceta Oficial Nro. 42.098, con fecha del 30 de marzo, que obligaba a las agrupaciones sociales a registrarse en la Oficina Nacional contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento del Terrorismo.
“Recientemente se ha publicado una providencia administrativa bajo el número 001.2021 que pretende limitar la libertad de asociación y, por tanto, afecta severamente el trabajo que realizamos las organizaciones y movimientos ciudadanos. La respuesta de las 700 organizaciones ha sido contundente. Compartir posiciones, miradas, saberes, conocimientos y experiencias es el camino para edificar una inteligencia colectiva, capaz de expandir la mirada de cada uno de nosotros sobre los desafíos a los que debemos hacer frente para salir de la profunda crisis que atraviesa el país. Urge construir una narrativa común basada, desde nuestro punto de vista, en la persona humana”, comenta.
Pese a los obstáculos, la directora de fundadora delMovimiento Ciudadano Dale Letra celebra la unión de la sociedad civil nacional e internacional, que logró que el gobierno venezolano anulara la providencia administrativa el pasado 3 de mayo de 2021 (aunque la segunda norma sigue manteniendo restricciones importantes).
Más allá de los peligros, Ramírez celebra que Dale Letra siga viva y en acción, gracias a la vocación y entrega de la red de voluntarios, artistas, poetas, diseñadores, académicos y ciudadanos en general, que han recaudado fondos con amigos y familiares para el sustento de la organización.
“Esta acción conjunta es muestra de la fuerza de acciones colectivas en defensa de nuestros derechos, que ha sido posible gracias a años de trabajo de cientos de venezolanos que desde sus espacios de acción promueven la solidaridad, la fraternidad, el trabajo mancomunado. Los venezolanos nos enfrentamos a grandes retos para lograr la transformación que el país requiere. Creemos que las respuestas más acertadas surgirán de ese intercambio en la diversidad”, aseveró.
Quienes estén interesados en aportar económicamente al trabajo realizado por esta ONG, pueden pueden solicitar información a través del correo daleletra.info@gmail.com o de la cuenta @Dale_letra en Instagram y Twitter.
*Fotos: Cortesía Dale Letra
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