¿Es viable el regreso a clases presenciales? La UCAB propone 10 condiciones mínimas

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La vacunación masiva de docentes y trabajadores de las escuelas; la garantía de los servicios básicos y el aprovechamiento pedagógico de la tecnología son algunas medidas que sugiere la Escuela de Educación de la Universidad Católica Andrés Bello, para garantizar el retorno a las aulas a partir de marzo. La institución llamó a «dignificar» el salario de los maestros

*Por Albany Díaz

Tras casi un año de la suspensión de las actividades académicas presenciales en el país como consecuencia de la pandemia por Covid-19, Nicolás Maduro anunció que, a partir de marzo, los estudiantes y docentes deberán de todos los niveles educativos deberán regresar a las aulas. En respuesta a esta noticia, la Escuela de Educación de la UCAB difundió un documento con 10 recomendaciones para garantizar la seguridad de la modalidad presencial.

El Decálogo para el regreso a clases presenciales fue elaborado por la directiva de la Escuela y presentado el 22 de febrero, con el fin de “hacer del conocimiento a compañeros docentes, directores de escuela, padres, familias y todo aquel venezolano de bien vinculado con el hecho educativo, algunas condiciones que considera esenciales para el eventual regreso a clases presenciales en los niveles obligatorios del sistema educativo”.

Los lineamientos propuestos por la instancia ucabista se centran en estos aspectos:

  1. Condiciones mínimas de bioseguridad antes de llegar al aula
  2. Condiciones mínimas para el desarrollo de una práctica pedagógica segura.
  3. Fortalecimiento de estrategias de enseñanza de tipo colaborativo
  4. Potenciar la presencia y el uso de los medios digitales
  5. Centrarse en lo esencial
  6. Acompañamiento de la familia
  7. Dignificación del trabajo del educador
  8. Contención de la demagogia y el populismo
  9. Atención a las realidades particulares
  10. Equilibrar las cargas entre todos

El comunicado se hizo público pocos días después de que el Gobierno anunció el inicio de un plan de inmunización, con las primeras dosis de las vacunas rusas Sputnik V, y el país contabiliza más de 136.000 casos y 1.316 fallecidos por coronavirus, según fuentes oficiales. Asimismo, se suma a pronunciamientos de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales y de la Federación Venezolana de Maestros, que muestran preocupación por el estado de las instituciones escolares y, en muchos casos, la imposibilidad de cumplir con las medidas mínimas de bioseguridad.

«El hecho pedagógico requiere de la preservación de la vida y salud del educador y el educando, así como de toda la colectividad. Por ello, el regreso a la modalidad tradicional presencial exige la vacunación de la totalidad de docentes en ejercicio desde Educación Inicial hasta Educación Universitaria, así como de los equipos directivos, personal administrativo y obrero. Al mismo tiempo, el educando necesita contar con un ambiente familiar y comunitario sano, donde queden claros los factores de riesgo de infección del Sars-Cov-2, sus posibles cadenas de contagio y sus efectos en su propio desenvolvimiento escolar», se lee en el documento de la Escuela de Educación.

Entre otros asuntos, el texto apunta la necesidad de que todas las escuelas del país cuenten con servicios públicos mínimos de agua, electricidad, teléfono y conexión a internet. «Estos servicios públicos no son sólo elementales en cualquier acción social, sino que son requeridos en el pleno contexto pandémico como vía para el aseguramiento de un entorno escolar tendiente a cumplir con las condiciones de salubridad y distanciamiento social. Al mismo tiempo, el centro escolar tiene que proveer de mascarillas y máscaras protectoras a docentes, estudiantes y todo su personal de gestión y apoyo».

Dada la «profundización de las desigualdades sociales» en el acceso a la educación, como consecuencia de la «severa crisis estructural del sistema educativo» y la pandemia, la dependencia ucabista llamó a concentrar los esfuerzos pedagógicos en el reforzamiento de contenidos como «pensamiento crítico, resolución de problemas, razonamiento cuantitativo, pensamiento lógico, comunicación, creatividad, colaboración e innovación».

La instancia también recomendó aprovechar el aprendizaje que ha dejado el confinamiento en materia de formación a distancia, por lo que exhortó a mantener las «actividades de aprendizaje mediadas por tecnologías de información y comunicación en el contexto de cada aula, como parte usual de la programación instruccional de cada docente».

Más allá de estas acciones, la Escuela insistió en mejorar la situación socioeconómica de los docentes y detener «el maltrato de la sociedad venezolana» hacia los educadores.

«¡Ya basta de que la educación de niños y jóvenes sea a cuenta del hambre del maestro y su familia! ¡Ya basta…!.  Nos corresponde seguir en nuestro reclamo al gobierno nacional, regional y municipal, así como a los entes privados y organismos de cooperación internacional que garanticen a la brevedad posible las mejoras socioeconómicas que nos dignifiquen como profesionales, traduciéndose en bonos especiales por conectividad, transporte, alimentación, bioseguridad, entre otros».

La Escuela indicó que espera que el documento sirva de orientación para que cada educador  «pueda visualizar el escenario posible y adecuado en una eventual reincorporación de los estudiantes a actividades presenciales de acuerdo con un cronograma propio».  Reiteró que el hecho educativo es responsabilidad del Estado, las familias y la sociedad civil y puso a disposición su experiencia institucional de más de 60 años para brindar aportes.

“El eventual regreso a clases presenciales no es responsabilidad única de docentes de aula, docentes directivos y docentes supervisores. Es una tarea de la nación en su conjunto. El destino de Venezuela está en las manos de todos. Todos necesarios y responsables de su renacimiento o su muerte”.

Tras la divulgación del documento, el director de la Escuela de Educación de la UCAB, Carlos Calatrava, precisó que el Decálogo es una apuesta de la institución por el pronto y seguro regreso a las clases presenciales y constituye un «puerto de llegada» con medidas y acciones ideales, cuya ejecución «depende de la realidad de cada escuela, familia y comunidad, así como la propia evolución de la pandemia».

Calatrava  invitó a su «lectura reflexiva, ya que deseamos que su contenido sea discutido por todos los grupos y sectores directamente relacionados con el hecho educativo». 

El Decálogo para el regreso a clases presenciales de la Escuela de Educación de la UCAB está disponible para su descarga haciendo clic aquí: https://bit.ly/3qOh5y7

*Fotos: Manuel Sardá (apertura) y El Diario (interna)

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