PsicoData debe servir para fortalecer trabajo de apoyo en las comunidades

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Las organizaciones comunitarias deben conocer los problemas y oportunidades identificados en el sondeo realizado por la UCAB  y desarrollar proyectos puntuales de soporte a los grupos vulnerables. Así lo señaló la psicóloga Adle Hernández, miembro del equipo de investigación de esta encuesta, quien anunció que pronto se publicarán los resultados discriminados por regiones del país

*Por Grace Lafontant León

PsicoData es un estudio realizado por la UCAB, durante diciembre de 2022 y enero de 2023, que muestra la realidad psicológica del venezolano. Al momento de la presentación de resultados (en marzo), PsicoData reveló un panorama contradictorio y complejo sobre los habitantes del país, pero con datos orientadores para que diferentes organizaciones civiles, privadas o públicas, trabajen por el bienestar social.

Así lo sostiene Adle Hernández, directora de Extensión Social UCAB y miembro del equipo investigador de la encuesta, quien recordó que PsicoData expuso  factores de riesgo y de protección sobre la realidad psicosocial de los ciudadanos que muestran las vulnerabilidades y fortalezas que posee la población.

El estudio -único en su tipo en el país- abordó a los sujetos en 14 áreas. Entre ellas: satisfacción personal subjetiva, duelo, dificultad para identificar y expresar emociones; malestar psicológico y físico, confianza en el otro, inadecuación social, sentido de control personal y fuentes de estrés.

Los resultados (obtenidos luego de entrevistar a 1.500 adultos de todos los estratos sociodemográficos y estados del país) determinaron que los grupos más vulnerables son las mujeres, los jóvenes entre 18 y 24 años de edad y los adultos mayores de 65 años. Pero también lo son las personas con bajo nivel educativo.

PsicoData y sus hallazgos «más alarmantes»

De acuerdo con Hernández, los factores de riesgo muestran cuáles variables están afectando a la persona, dentro de su contexto y de forma individual. Así, uno de los resultados más alarmantes es que 81% de los venezolanos desconfía del otro. Luego, en el ámbito personal, la psicóloga destacó que el estrés económico afecta a seis de cada 10 personas (64.5% de la muestra). «Esta variable tiene 50 puntos de diferencia con respecto al segundo ítem que es la salud con 15%. Es una diferencia muy grande y, sin duda, demuestra cómo lo económico le está generando mucho estrés a la gente», se lee en el estudio.

Otro punto que destacó la directora es el malestar físico y psicológico. 28% indicó que su capacidad de logro está  limitada por no sentirse bien físicamente; 35% sugirió que no vale la pena seguir luchando porque «son siempre los vivos los que ganan»; 49% ha conseguido poco progreso en el logro de sus metas personales. Y 54% declaró dificultad en expresar lo que siente acerca de otras personas, a 51% le cuesta encontrar palabras para definir sus sentimientos.

Además, Hernández se refirió al duelo que experimenta la persona tanto por la muerte o migración de algún familiar o amigo. Siete de cada 10 personas perdieron a un ser querido en los últimos 2 años y 75% afirmó que en ese mismo tiempo ha experimentado la falta de familiares y amigos cercanos debido a la migración. «Uno esperaba este resultado, pero verlo en números demuestra que sí, que existe un efecto importante sobre la partida de personas del entorno cercano, lo que es irse a otro país».

Las fortalezas del venezolano

A pesar del panorama, la fuerza del venezolano viene de diferentes lugares. «Esto es algo que siempre llama la atención, pues se repite históricamente y en diferentes países similares al nuestro. Se trata del bienestar. Y este es un factor de protección. De hecho, la gente reporta que siente bienestar y satisfacción personal». 78% se siente contento con cómo resultó su vida tras un repaso de su historia; 76% aseguró que está cerca a su ideal; y 73% reconoció que ha conseguido cosas importantes.  Y sobre el bienestar subjetivo (cuán a gusto está la persona con su vida actual) 42% se ubica en el peldaño 8 de 10.

De acuerdo con la directora de Extensión Social, otra variable es el deseo de participar que tiene la gente. Y es que, aun dentro de un contexto hostil, seis de cada 10 personas (59%) anhela vincularse y ser parte de actividades sociales o políticas, intención más común entre aquellos que viven en condiciones más precarias.

Por otra parte, el sentido de control del individuo es positivo. 82% de los venezolanos encuestados indicó que es capaz de trabajar eficientemente con metas de largo plazo; 57% sostuvo que se siente parte importante de la solución de los problemas de su comunidad y 54% se identifica como responsable de lo que pasa a su familia. «Esto quiere decir que la persona siente que hay algunos elementos de su cotidianidad, de su vida, sobre los que tiene cierto control. También, representa que tiene cierto nivel de agencia, puede saber cómo se va a comportar dependiendo del contexto», dijo Hernández.

Y con respecto al apoyo, el venezolano tiende a confiar en su familia y personas cercanas. «Es un elemento también de protección», explicó la psicóloga, quien además sumó las habilidades cognitivas y el afrontamiento religioso como variables que construyen fortaleza. 80% afirmó que reza cuando enfrenta problemas; 67%  encuentra amparo en sus familiares y 30% acude a sus vecinos. Pero, dentro de esta misma categoría, tan solo el 9% de los encuestados acude a organismos sociales, políticos, religiosos o deportivos en búsqueda de auxilio.

Del estudio a la práctica: oportunidades para incidir

Para Adle Hernández, la encuesta PsicoData brinda elementos valiosos para la intervención en las comunidades populares. Por eso, la psicóloga insiste en que, a partir de sus resultados, las organizaciones de la sociedad civil tienen que pensar en proyectos individuales y estrategias de pequeña escala, pues el contexto es más complicado de cambiar. «Lo que sí podemos hacer es fortalecer a los sujetos; ayudarlos a transitar esta condiciones contextuales que son reales, pero de alguna manera significarlas para proteger a la persona», expresó sobre las condiciones individuales.

Recomendó el trabajo planteado de forma individual porque permite que el sujeto transite por un proceso de introspección. Incluso, de cambio.

«Más allá de la presión social y de los controles que pueden imponer otras instancias, creo que tiene que haber un compromiso; y una reflexión del individuo consigo mismo y con los otros. El caos comienza como un atajo para resolver necesidades individuales; pero a medida en que se generaliza, nos lleva a la fractura social, a la falta de empatía y a la desconfianza», puntualizó.

Por supuesto, la psicóloga no desestimó actividades colectivas para reparar el tejido social, porque «si cada quien vela solo por su bienestar, se pierde el sentido de lo colectivo».

Hernández precisó que, desde la UCAB, Extensión Social trabaja con los grupos vulnerables señalados por PsicoData. Pero aclaró que es una labor que suma décadas de esfuerzo entre la universidad y las comunidades cercanas.

Cómo enfrentar la desconfianza

La psicóloga señaló que los resultados de la encuesta también son un llamado de atención. En particular, mira con preocupación, en primer lugar, cómo la desconfianza habla sobre una desintegración del tejido social en Venezuela.

«No debería importar quién es el otro, pues sabes cómo se va a comportar esa persona y que puedes contar con ella para resolver alguna cosa. Pero, lamentablemente, no es el caso».

Por otra parte, siguió Hernández, la desconfianza hacia las instituciones u organismos tiene que ver con la incapacidad para solventar alguna situación de la persona.

«Quizá la persona se acerca, expone la situación, pero nadie soluciona; incumple con su tarea. Y si eso se repite, pues entonces crece la incertidumbre y se rompen los vínculos de confianza», dijo.

La directora advirtió que esta situación y, consecuentemente, un tejido social roto, cataliza la vulnerabilidad de sus miembros. «Por ejemplo, a la hora de una crisis, es más difícil hacerle frente y superarla. Entonces los grupos son punto de partida para trabajar con las personas», agregó.

De hecho, resaltó que el venezolano es un sujeto fortalecido internamente y con recursos suficientes para afrontar una situación. «Eso lo que nos está diciendo  es que en general sentimos que podemos, que estamos aquí fortalecidos internamente, pero con un contexto que no está ayudando. Es lo que la persona está percibiendo».

Información regionalizada: próximo paso de PsicoData

La directora de Extensión Social de la UCAB informó que pronto estarán subiendo a la página web de la Escuela de Psicología los resultados de la investigación por regiones. Por los momentos, se encuentra colgada la información particular del estado Zulia.

«En las regiones puedes ver cómo hay variables que no son iguales a las nacionales. Y la importancia de presentar los datos de esta forma es que las organizaciones -según la entidad en la que estén- podrán tener información mucho más específica, más fineza en el análisis de los resultados, que le va a ser más útil porque está ajustada al contexto de esa zona del país», añadió.

Finalmente, Adle Hernández explicó que esperan darle continuidad a este estudio en los años por venir, incluso con diferentes variables y una muestra  más amplia, y de esa forma profundizar en el estudio colectivo de la situación psicosocial e individual del venezolano.

Los interesados en consultar el informe completo de PsicoData pueden hacerlo visitando la página https://psicologia.ucab.edu.ve/psicodata/

*Fotos: Manuel Sardá

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