Como fruto del Taller Comunitario de Reto País, y gracias a una alianza con el Centro Gumilla, un grupo de vecinos de la comunidad participa en un diplomado sobre liderazgo para la transformación
Los problemas que se viven día a día en Venezuela se recrudecen en sectores que otrora fueron prósperos. Ante esta situación, quienes impulsan el proyecto Reto País en el oriente de Venezuela asumen el desafío de acompañar a los actores sociales y de invitarlos a soñar y plasmar un futuro posible que permita revertir la crisis. ¿Un ejemplo? La experiencia vivida en Cariaco, estado Sucre.
Con el apoyo de la Iglesia católica de Cariaco, y de la mano del padre Antonio Molina, unos treinta miembros de comunidades organizadas, líderes sociales, empleados públicos, educadores y representantes de movimientos eclesiásticos se reunieron el pasado mes de junio para vislumbrar un horizonte común compartido.
Vecinos de la parroquia Ribero, del estado Sucre, hicieron un trabajo de retrospectiva y, sobre todo, de prospectiva, en el que contrastaron la realidad social de hoy y soñaron la Cariaco que anhelan para el año 2020. Durante ese ejercicio de proyección, visualizaron mejoras en servicios públicos, educación, transporte y acompañamiento ciudadano para rescatar valores humanos y sociales.
El padre Molina aseguró que la jornada sirvió para que organizaciones sociales y de iglesia se vieran las caras y se comprometieran a trabajar de forma conjunta en favor de la comunidad.
Como compromiso, los participantes abrieron una agenda de encuentros para organizarse y replicar lo que denominaron el Reto Cariaco 2020, a fin de seguir una ruta que ayude a alcanzar los objetivos de una sociedad consciente y comprometida con generar cambios que impacten en positivo a su región.
Molina informó que uno de los frutos del taller comunitario de Reto País en Cariacos ya está en marcha; un grupo de vecinos y líderes sociales están participando en un diplomado de liderazgo para la trasformación social, que ha sido posible gracias a una alianza establecida con el Centro Gumilla.
Por: Meli Carolina Espina / @melicespina