Miles de feligreses católicos acudieron al llamado de la Arquidiócesis de Caracas y el pasado sábado 1 de diciembre se hicieron presentes en la Plaza Bolívar de Chacao, para participar en la «Misa de la Esperanza», ceremonia religiosa convocada con motivo del inicio del período de Adviento y como preparación para la Navidad.
La eucarístia fue oficiada por el Cardenal Baltazar Porras, Administrador Apostólico de Caracas, quien estuvo acompañado por los obispos auxiliares y demás miembros del clero de las distintas parroquias de la capital, incluyendo al rector de la UCAB, Francisco José Virtuoso, y el exrector de esta institución, Luis Ugalde.
Durante la homilía, Porras agradeció la masiva concurrencia de fieles, quienes previamente caminaron en procesión por las calles de Chacao enarbolando pancartas de esperanza y fe cristiana.
Les pidió no dejarse vencer por el desánimo o la resignación, a pesar de la crisis que vive el país.
«No hace falta que recordemos, porque lo tenemos muy presente, los problemas y contratiempos que vivimos: la inseguridad, la falta de lo más elemental, la imposibilidad de llevar el alimento al hogar o poder socorrer en la enfermedad al que sufre. Son muchos los servicios públicos que no funcionan y nos ponen los pelos de punta porque falta la luz, el agua, el gas, el transporte. Nada de eso tiene la última palabra».
El prelado aseguró es momento de enfrentar la «adversidad inhumana» con una mirada de esperanza, sentido de trabajo por el bien común y dejando de lado los odios y el pesimismo.
«Les pido que no abandonemos la esperanza, que no cejemos en la defensa de los principios, valores y Derechos Humanos más auténticos e irrenunciables», señaló, a la vez que llamó a no dejarse robar la alegría y los deseos de vivir mejor.
«No nos dejemos manipular por las medias verdades ni por los ofrecimientos vanos que son pan para hoy y hambre para mañana. No nos dejemos robar la honradez, enalteciendo toda forma de corrupción y de impunidad. El ejemplo de lo que somos capaces de hacer con nuestros propios medios es la mejor bofetada a quienes tienen la obligación de dárnoslo y nos lo niegan. Ese es el empoderamiento que necesitamos para ser auténticos ciudadanos y mejores cristianos».
El cardenal también pidió a la comunidad organizarse y participar activamente en iniciativas que contribuyan a mejorar la vida de los demás, en especial la de las personas que están sufriendo por hambre o enfermedad.
«Que este año ese compartir tenga como primer recipiendario a los enfermos, a los más pobres de la comunidad, a los niños desnutridos. Las ollas solidarias que tanto bien hacen, son una escuela de emprendimiento, de generosidad en tiempo y en especie, en dar de nosotros lo que tenemos para condividirlo con nuestros hermanos más necesitados».
En ese sentido, anunció la puesta en marcha del Centro Arquidiocesano Monseñor Arias Blanco, desde el cual la arquidiócesis activará la «Pastoral de la Esperanza» y articulará el año próximo iniciativas de acción social de la iglesia en las comunidades de la capital, «con objetivos claros de trabajar por la paz, la concordia, la libertad y el derecho a vivir mejor».
(Ver también: Palabras de presentación del Centro Arquidiócesano Monseñor Arias Blanco, por parte del Cardenal Baltazar Porras)
El sacerdote finalizó invitando a los feligreses a seguir adelante con entusiasmo y coraje.A propósito de la cercanía de la Navidad, hizo suyos los versos de un aguinaldo para recordar la importancia de la fe: «Dios es para el hombre belleza y bondad, el único puerto de seguridad».
El texto completo de la homilia del Cardenal Baltazar Porras está disponible para descarga haciendo clic aquí
♦Fotos: Manuel Sardá