Desde el año 2008, Katherine Martínez lleva la batuta de Prepara Familia, organización no gubernamental que tiene como objetivo prevenir la violencia contra las mujeres y apoyar a las madres y niños del Hospital J.M. de los Ríos de Caracas.
En esta entrevista, la abogada relata cómo la ONG, que nació para ofrecer acompañamiento pastoral a las madres y sus hijos ingresados en este importante centro pediátrico de la capital, se ha convertido -debido a la escasez de insumos médicos y la muerte de tantos infantes- en plataforma para denunciar la emergencia humanitaria y vehículo para emprender una cruzada nacional e internacional por el derecho a la vida y a la salud de los niños venezolanos.
“Nosotros hacemos un trabajo de asistencia, de acompañamiento, un trabajo educativo y de formación de la mujer dentro del J.M. de Los Ríos. Cuando vimos que el trabajo pastoral no era suficiente hicimos un centro de acopio en el Liceo Stella Matutina de medicinas, ropa, sábanas, toallas. Al mismo tiempo comenzamos a trabajar el tema educativo con las mujeres, a dar talleres de prevención de la violencia, a que se formaran en el empoderamiento porque a ellas se les vulneran todos sus derechos. Creamos el programa ‘Al pie de la cama’, donde capacitamos a las cuidadoras en oficios sencillos como hacer lazos. Los talleres se dan en las mismas habitaciones, nuestros donantes pagan al facilitador y el kit inicial. Allí han aprendido a ser barberas, peluqueras, maquilladoras. Son cosas sencillas, no podemos hacer nada tecnológico porque la mayoría de las mamás no han terminado primaria. Es muy importante que las mujeres estén capacitadas para que, en la práctica, puedan tener algo de dinero. También hicimos remodelaciones parciales en algunas salas: cambio de aires acondicionados, arreglo en las salas de baños, conseguimos los sofás-camas que necesitaban las madres, porque dormían debajo de las cunas sobre papel periódico y una sábana, y hace tres años, aproximadamente, obtuvimos donaciones para tres servicios completos”.
¿Qué circunstancias transformaron el trabajo de la organización?
«En el 2015 comenzó un problema grandísimo de fallas en los suministros de medicinas y tuvimos que asumir un papel distinto porque la gente, inclusive los mismos médicos, nos decía ‘necesitamos esta lista, ayúdanos, es demasiado escandaloso lo que está pasando, no tengo válvulas, no tengo catéter’. Todo hacía falta, fue una locura. Nosotros tuvimos que crecer, fuimos abarcando piso a piso hasta incluir todo el hospital, la emergencia era muy grande. Conseguíamos ayuda a través de los donantes, pero aquello nos sobrepasó. Hicimos pequeñas manifestaciones, trancamos calles con las mamás, denunciamos, fuimos a la Defensoría del Pueblo, al Ministerio de Salud, a todos los organismos donde teníamos que ir. También comenzó un proceso muy difícil para las mujeres porque antes venía alguien de la familia y se quedaba para que la cuidadora fuera a ver sus otros hijos, pero desde hace 3 años, aproximadamente, ya no vienen… porque no hay capacidad, no hay transporte, no hay plata, no hay comida… ya las mujeres no cuentan con ese apoyo que era básico para ellas. A una mujer cuidadora hay que cuidarla, ese es nuestro trabajo. Ellas tienen toda la carga: no pueden trabajar, no pueden estudiar, no se pueden mover del hospital, son criminalizadas si se mueven del lado de la cuna y les dicen ‘¡Dónde está la mamá del niño, que hay que pasarle la dosis?’… Es muy duro. Es duro ser una mamá cuidadora».
¿Cuándo comienzan las denuncias a nivel internacional?
«En 2017 comenzó en el hospital una falla de antibióticos de alto espectro. En enero muere Darwin…en febrero muere Fabián, ambos en nefrología, los conocíamos desde pequeños. En ese mes, el área de Gestión de Salud de la Universidad Simón Bolívar entregó un informe sobre el estado del sistema de salud del J.M. de los Ríos, en el cual señalaban que los tanques de agua tienen coliformes fecales en un 90%. Tuvimos fuertes acciones de calle, fuimos al Ministerio de Salud, introdujimos recursos conjuntamente con varias organizaciones y con las madres hicimos de todo. Sin embargo, el 3 de mayo muere Raziel, tenía varias bacterias intrahospitalarias…el día 11 muere Samuel, hasta diciembre fallecen 17 niños en nefrología. En ese momento sentimos que habíamos agotado todas las instancias en el país. Hablamos con Carlos Trapiani de Cecodap. Ellos nos mencionaron la posibilidad de participar en una audiencia ante el Sistema Interamericano de Derechos Humanos. Un 5 de julio contamos esta situación terrible del área de nefrología del J.M. de los Ríos y del sistema de salud en general. Los relatores de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos nos recomendaron introducir una medida cautelar, no por los niños que murieron sino para salvaguardar la existencia de los que estaban vivos. Las solicitamos en diciembre y ya en febrero teníamos las medidas otorgadas para el área de nefrología. Pensamos que el Ministerio de Salud iba a cumplir, pero no fue así, lo que hizo fue remodelar el servicio por fuera, pero no le hicieron mantenimiento a la planta de osmosis, no hubo suministro regular de antibióticos de alto espectro, los niños no tuvieron los inmunosupresores, continuó suspendido el programa de procura de órganos de trasplante de riñón».
Durante 2018 y lo que va de 2019, Prepara Familia ha estado presente en los períodos de sesiones y reuniones de trabajo que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha realizado Colombia, República Dominicana, Estados Unidos y Bolivia, ocasiones en las que defendido el derecho a la salud de los niños venezolanos, denunciando al Estado por el incumplimiento de las medidas cautelares otorgadas por este organismo, pidiendo la ampliación de esas medidas y presentando la problemática de la situación de salud en la migración de niños.
En la realidad de nuestro país ¿para qué sirven las medidas cautelares?
«Tenemos que apostar que el Estado venezolano, sea el de aquí o el de allá, cumpla con estas medidas. El Estado debe garantizar el acceso de los niños al derecho a la vida, el derecho a la salud, el derecho a lo más básico y por eso trabajamos, nos preparamos cada vez más en el área de Derechos Humanos y hacemos todo lo que hay que hacer para hacer valer los derechos de nuestros niños, niñas y adolescentes».
El pasado 21 de febrero, la directora del J.M. de los Ríos prohibió el acceso al hospital de Katherine Martínez. La activista asegura que ninguna medida callará su voz ni la hará flaquear en su misión de ayudar a las madres y niños hospitalizados.
«Continuaremos acompañándolos a través de los distintos programas que ejecutamos y condenamos las limitaciones impuestas por la directiva a nuestro trabajo de defensa y garantía de sus derechos», aseguró en un comunicado difundido por la ONG.
A fin de cuentas, a Katherine y a quienes la acompañan las guía un mensaje que, no en vano, encabeza sus redes sociales: «Amar al prójimo debe ser tan natural como vivir y respirar».
Quienes deseen conocer más del trabajo de Prepara Familia o realizar algún tipo de contribución, pueden visitar su página de Facebook: https://www.facebook.com/preparafamilia. También pueden seguir su cuenta @preparafamilia en Instagram o Twitter ó escribir al correo electrónico preparafamilia@gmail.com.